Maricruz Corrales Mora

Estimadas y estimados funcionarios y estudiantes de la UNED:


Muchísimas gracias por sus votos; por la confianza depositada en la propuesta que les he compartido durante estos días y que fortalece el eje académico de la investigación, en armoniosa articulación con los demás ejes universitarios, junto con una apropiada y ampliada gestión universitaria.

Con estos votos, hemos demostrado que necesitamos y queremos, entre todas y todos, hacer realidad el desarrollo científico y tecnológico de la UNED. A la vez, reconocemos que no es una tarea de unos cuantos, ni de solo una Vicerrectoría; es el compromiso de cada una y uno, para asumir desde su calidad de funcionario, funcionaria y estudiante, el desarrollo de la UNED mediante el instrumento y los aportes de la investigación.

Este ha sido nuestro primer paso, que no solo demuestra el avanzar, sino también la unión que nos hace fuertes y nos integra como una comunidad, que quiere seguir adelante con el proyecto sociocultural que es y debe ser la UNED. Es también, por otra parte, un primer paso para revisar, definir y consolidar formas de trabajo integrales, equitativas, facilitadoras, motivadoras y productivas entre nuestras dependencias, sectores y regiones, porque la investigación puede transformarse en esa herramienta que no solo propicie conocimiento y experiencia académicos, sino un aliciente que fortalece, en amplios sentidos (profesionales, financieros, culturales), el quehacer institucional.

Por eso este próximo jueves 8 de julio, en esta segunda ronda de votaciones, para nombrar a los miembros internos del Consejo Universitario, reflexionemos bien el voto. Observemos y califiquemos los niveles académicos; las profesiones y competencias desarrolladas y demostradas; los cargos asumidos y los resultados obtenidos; las capacidades de innovación aplicadas; las gestiones en cargos de autoridad o de coordinación institucional e interinstitucional, tanto a nivel regional, nacional o internacional; el conocimiento y respeto que sobre la administración pública y educativa haya demostrado; la participación en elaboración y gestión de proyectos educativos, institucionales o nacionales; las habilidades comunicativas y sociales que presente. ¡Sí!, de todo eso y más, porque un miembro interno de Consejo Universitario es un funcionario de la UNED, pero también, una figura pública de Costa Rica, con derechos y responsabilidades ante los diferentes entes de control y fiscalización nacionales, y en algunas ocasiones, ante la opinión pública, organismos universitarios o no, nacionales e internacionales. Lo anterior se une a las exigencias propias de la representatividad de este órgano, como es contar con un amplio conocimiento teórico y práctico de la esencia y praxis universitarias, y en nuestro caso particular, un profundo conocimiento de lo que significa e implica la educación a distancia.

En mi caso, cumplo además con la condición de ser Catedrática de la UNED, confirmo tener esos haberes y me comprometo, desde el Consejo Universitario, a impulsar el desarrollo de la investigación, en articulación con los demás ejes académicos y la gestión universitaria necesaria de ese nuevo siglo.

¡Por eso, les sigo solicitando su confianza y voto! ¡A votar este jueves!

Me presento ante Ustedes, como funcionaria académica de la UNED que ha laborado en ella durante 15 años en la Vicerrectoría Académica y los últimos casi tres años en la Vicerrectoría de Investigación, luego de un receso institucional en el que asumi la Dirección Ejecutiva del FONABE; experiencia que completó mi visión del servidor público; sus derechos y responsabilidades.


Es precisamente porque colaboré a mi reingreso en la UNED con la entonces Dirección de Investigación para formular la concepción del Sistema de Investigación que dio lugar y respaldo a la creación de la Vicerrectoría de Investigación, es que me interesa fortalecer ese sistema para alcanzar el desarrollo científico y tecnológico de la UNED.

La visión del sistema fue concebida partiendo de dos principios básicos, estrechamente relacionados con la esencia democratizadora de la formación universitaria de la UNED. El primero tiene que ver con la promoción de la investigación a todos los funcionarios y estudiantes de la UNED, en lugar de a un grupo “élite”, estén ubicados en la academia o en funciones administrativas; sean técnicos o estudiantes, la UNED debería propiciarles la inducción, capacitación, recursos y apoyo para realizar procesos investigativos. Si esto se diera, estaríamos iniciando entre todos, desde sus diferentes quehaceres o roles, una sinergia institucional capaz de articular la academia y la gestión universitaria como un todo. La investigación es el proceso que nos permite cuestionar, realimentar nuestros procesos, mejorarlos y crear conocimiento.

Por eso es tan importante desarrollarla en la UNED desde distintos ángulos y procesos. Por esa visión en la que creo firmemente es que quiero representar a la Vicerrectoría de Investigación ante el Consejo Universitario.

Por otra parte, si con su voto me elige Consejal, también estoy clara que la UNED enfrenta una serie de retos coyunturales importantes, en los cuales modestamente creo aportar, además de mis conocimientos, una experiencia universitaria desde distintos cargos asumidos y de resultados que he brindado a la comunidad.

La UNED como universidad benemérita y a distancia aún se encuentra en el camino de alcanzar lo expresado en la visión acordada del II Congreso Universitario, del año 2000, y de empezar a renovar su gestión universitaria para hacer más evidente la vocación democratizadora de la formación, en todos los rincones del país y más allá de sus fronteras. Es decir, la UNED debe asumir con mayores esfuerzos lo que dictan los distintos encuentros y conferencias mundiales, sobre impactar con aciertos de pertinencia en lo educativo y en lo cultural.

Pero también, reconozco en las funciones del Consejo Universitario, órgano decisorio de políticas y lineamientos generales de la UNED, una agenda propia, llena de datos, situaciones, problemas, consultas y necesidades por determinar. Desde ese ángulo, no me cabe la menor duda, que en esta siguiente composición, los miembros del Consejo deberán asumir fuera de sus responsabilidades estatutarias, la defensa acérrima e individualizada de la misión y visión de la UNED; aún pendientes de desarrollar y propiciar para un buen sector de la comunidad nacional y regional. Igualmente deberemos acordar las decisiones y estrategias que sean necesarias para garantizar el crecimiento alcanzado y lograr mejores indicadores de mejoramiento institucional en todo el quehacer. Esto definitivamente incluirá aspectos propios de una nueva gestión universitaria; capaz de movilizar y atraer nuevos y sanos recursos financieros de apoyo, para no depender de manera absoluta del Estado y las negociaciones del caso y período.

Aparte, considero importante aunar a lo anterior, otras tres perspectivas de desarrollo que están estrechamente relacionadas con lo expuesto.

La primera tiene que ver con el desarrollo del Plan de Internacionalización de la UNED, de la que la investigación se sirve para afianzarse como insumo y sinergia. Recientemente, el Consejo Universitario aprobó el modelo planteado por una Subcomisión de su seno, de la que honrosamente formé parte, y definió una Dirección de Internacionalización, aún en estado de creación y organización por parte del CPPI. Pienso que no es bajo una estructura que una cultura, basada en la internacionalización, pueda crecer, sino más bien, en la interiorización de esa cultura desde las bases que son los funcionarios y los estudiantes; en el intercambio y conocimiento de experiencias y estudios en otras latitudes o instituciones; en la superación del quehacer mediante la introducción de nuevos saberes observados y aplicados; en la inmersión de esta perspectiva diferente y renovada a todos los ejes académicos y de la administración universitaria, para luego, transformar nuestros cursos, planes de estudio y servicios que ofrecemos a la sociedad.

La segunda perspectiva tiene que ver con una inquietud personal sobre cuánto esfuerzo hemos puesto o no, a nivel personal e institucional para que la UNED pueda facilitar el recurso tecnológico computacional directamente a sus estudiantes y no desde los Centros Universitarios.

Desde hace por lo menos una década, se ha venido comentando de proyectos pilotos que puedan hacer posible adquirir computadoras para nuestros estudiantes, sea de manera subvencionada o con plazos cómodos de pago. El asunto es realizar un proyecto a nivel nacional e internacional, que al igual que otras instituciones que así lo han alcanzado, permita con proveedores nacionales y/o locales facilitar la adquisición de estos equipos.

Siendo una institución benemérita deberíamos tener razonamientos de negociación suficientes, que amparado a la cobertura nacional de ubicación de nuestros estudiantes y a la naturaleza propia de nuestro modelo de educación a distancia, nos permitan hallar respuesta a esta necesidad institucional y mundial de reducción de la brecha digital. Una solución de esta naturaleza, no solo haría posible nuestro desarrollo universitario a la altura y exigencias de una sociedad del conocimiento y de lo que compete actualmente a hacer educación a distancia, sino que el impacto al ejecutarla se vería como otra contribución sociocultural de la UNED en la democratización y acceso a la formación universitaria. Al igual que pensamos en ciertos requerimientos para los estudiantes en el momento en que pueden elegir y votar en procesos electorales, también podrían asumirse esos requisitos, para que pueda participar de este beneficio, a modo de un bono adicional de estudiar y graduarse en nuestro modelo educativo.

La tercera perspectiva es un proyecto que debería darse a escala nacional, para reconocer estímulos económicos y socioculturales, a diferentes sectores y trabajadores especialmente del sector público, que presentan altos niveles de experticia en sus funciones. Estos trabajadores son la mano de obra operativa de puertos, de municipalidades, líderes comunales, artistas, constructores o de actividades en servicios especializados. Recientemente, el Consejo Universitario acordó fortalecer el Programa de Acreditación por Experiencia de la Escuela de Ciencias de la Educación en razón de la solicitud planteada por el Centro de Gestión Local para los trabajadores municipales. Sin embargo, la lista de este tipo de trabajador y sus funciones especializadas de servicio a la sociedad puede ampliarse considerablemente, por lo que podría la UNED más bien aportar la configuración de un Sistema Nacional de Acreditación de Experiencias o Competencias Laborales, que promueva precisamente la ampliación de nuestra pirámide laboral nacional, en aras de promover espacios de trabajo técnicos y competentes para necesidades específicas y para la democratización socioeconómica de nuestro país.

Estoy consciente que muchas de estas ideas e inquietudes pueden verse truncadas o disminuidas para hacer frente a circunstancias de mayor urgencia, ante la crisis económica que las universidades estatales enfrentamos, pero también estoy segura, que con el esfuerzo conjunto de los funcionarios de la UNED, comprometidos con su modelo de educación a distancia, misión y visión de la universidad, podemos ver más fortalecida en los siguientes años a nuestra universidad y a nuestro país y región.

En tiempos de crisis se miden los recursos disponibles, pero también los sueños y las energías de la gente y de las instituciones para hacer valer el sitio que ocupa en una sociedad. Este es el momento de la UNED, para seguir adelante con su vocación democratizadora de la educación y la cultura.

Me identifico por eso, con los colores azul y blanco, porque además de ser parte de nuestra paleta institucional, lo son igualmente de nuestros símbolos patrios y de nuestra usual vestimenta para ponernos a trabajar duro. Es tiempo de mejorar con la unión de nuestros esfuerzos, que definitivamente nos hacen más fuertes que las diferencias a las cuales debemos superar.

Desde el inicio de este proceso electoral, he reiterado ver en esta experiencia un momento propicio para hacer visible, el entusiasmo de todos y todas, de empezar a hacer una historia institucional nueva; ésta vez, una que se caracterice por la auto-evaluación, la renovación de la misión sociocultural de la universidad, el mejoramiento de los procesos educativos a distancia que ofrecemos a las comunidades y la re-validación del proyecto universitario que debe ser la UNED.


Por cada gira que realizo a los Centros Universitarios, por cada oficina que visito en la sede, en las tertulias en que se han convertido muchos de los foros de este proceso electoral, los compañeros y compañeras junto con los y las estudiantes de la UNED empiezan a asumir una posición crítica del propio quehacer institucional, que reclama soluciones pertinentes para el desarrollo de la universidad, pero también, sobre las regiones que atendemos o hemos dejado de atender, y sobre el futuro, que muchos pueden ver incierto; no, si entre todos y todas podemos ejercer las mejoras necesarias para convertirlo en nuestro acierto.

Y les voy a contar de lo que estamos empezando a hablar entre todos y todas, primero a partir de algunos informes mundiales del pasado, en los que se atrevieron a predecir el futuro que actualmente es nuestro presente, para luego pasar, a las inquietudes y reflexiones compartidas, entre nosotros, de estos días.

El Banco Mundial en 1992 expresaba en uno de sus informes:

"las instituciones de educación superior en muchos lugares están enfrentadas a una difícil situación de incontrolado crecimiento de la matrícula y de gastos contra un ambiente de disminución de recursos financieros para dar soporte a dicha expansión. La calidad de la docencia y de la investigación ha declinado como resultado de la superpoblación estudiantil, del inadecuado apoyo administrativo, del deterioro de las facilidades físicas, de los pobres recursos bibliotecarios y del insuficiente equipo científico y de materiales pedagógicos.” (mencionado en Jofré, 1998).

M. Gibbons escribía para la Conferencia Mundial de Educación Superior de 1998:

“La relevancia de la educación superior en el siglo 21 inicia con los cambios que están tomando lugar en la producción del conocimiento…El mayor cambio es la emergencia de un sistema de producción del conocimiento distribuido, cuya producción y diseminación (investigación y docencia –integrando la extensión y medios didácticos) no está más en actividades auto contenidas o realizadas en un relativo aislamiento institucional… Se requiere la creación de un cuadro de trabajadores del conocimiento o de gente que sea experta en configurar conocimiento relevante en un amplio rango de contextos. Un nuevo cuerpo de trabajadores que se describen como identificadores de problemas, solucionadores de problemas y agente de problemas.” (Traducción libre).

Nosotros y nosotras en la UNED, por ejemplo, al 2010 estamos hablando de:

“Del perfil del tutor y tutora de la UNED: antes, ahora y a futuro” (reunión con la Junta de la Asociación de Tutores).

“Las aspiraciones paralelas y no convergentes, complementarias o integrales de proyectos en producción mediática o de la viabilidad de los proyectos para avanzar con una gestión organizada” (reunión con los funcionarios de Audiovisuales).

“La necesidad de administrar y saber mitigar el impacto y la probabilidad de que áreas sensibles y críticas de la universidad sean vulnerables a riesgos diversos en de operación y continuidad” (reunión con los funcionarios de Auditoría).

“La formulación de cátedras de investigación en los programas del Sistema de Estudios de Posgrado y en las Escuelas” (visita al SEP).

“La pertinencia de los acuerdos institucionales tomados a tiempo y según las necesidades y requerimientos legales o nacionales vigentes” (reunión con funcionarios de Control de Presupuesto).

“El conocimiento que se construye a partir del vínculo continuo con las instancias” (vista al CU Heredia).

“El estímulo personal, profesional y laboral de funcionarios y estudiantes para la realización de sus labores, proyectos y tareas” (visita al CU Pérez Zeledón y Siquirres).

“La vinculación directa que debe existir entre servicios entregados y estudiantes por atender con los recursos y facilidades existentes” (visita al CU Osa).

“El seguimiento a toda directriz dada”. (Visita al CU Ciudad Neilly).

“El racionamiento a escala se convierte y genera economía institucional” (visita al CU San Vito).

“La urgencia de la actualización de los planes de estudio vs la pertinencia o vigencia para la sociedad costarricense” (reunión con el Consejo de la ECE).

“El uso de las tecnologías disponibles para el intercambio informativo con ahorro de recursos en movilización y tiempo” (videoconferencia Extensionistas del Programa de Proyección Cultural).

“La necesidad de contar y hacer Manuales para entender y seguir la operatividad de acciones, procesos y servicios en las dependencias, a falta de procesos de inducción específicos.” (reunión con funcionarios de Operaciones).

“La importancia y necesidad de los tutores regionales para atender la diversidad y especificad cultural, además de ahorro institucional” (visita al CU Turrialba).

“La importancia y necesidad de la desconcentración de recursos, decisiones y procesos para asumir a tiempo las responsabilidades locales” (visita al CU Limón).

“La credibilidad y realización de la misión de la UNED para atender con su modelo educativo a distancia a todos los sectores, especialmente aquellos que por razones económicas, sociales, geográficas, culturales, etarias, de discapacidad o de género, requieren oportunidades para una inserción real y equitativa en la sociedad” (visita CU Guápiles).

Por eso, compañeras y compañeros de la UNED, este es el momento para aprovechar la experiencia acumulada, asumir y construir entre todos y todas a partir de la auto-crítica señalada y saber guiar esta motivación compartida hacia el fortalecimiento de nuestra universidad, sociedad y región.

No dejemos escapar este momento histórico, que inclusive empezó a mostrarse, con la convocatoria hecha para la Marcha del pasado martes 15 de junio, en pos de una nueva renegociación del FEES ante el gobierno.

Este nuevo Consejo Universitario y más adelante, también la Asamblea Universitaria, deben convertirse en los órganos decisorios que hemos aspirado que sean, con conocimiento real y permanente de las necesidades y requerimientos de las comunidades y regiones.

Nosotros, tanto funcionarios y funcionarias como estudiantes, debemos ser coherentes a la vez, con el seguimiento de los lineamientos, políticas y acuerdos tomados. La UNED debe unirse en revitalizar su ejercicio universitario y lo especial que es la educación a distancia, para atender el desarrollo sociocultural de un país y de la región.

En respuesta a la solicitud planteada por Ustedes, en las calidades de representantes de los funcionarios afiliados en el UNE-UNED y APROUNED, me permito referirme a su nota enviada el pasado 8 de junio:


1. Acepto la apelación del Sindicato Universitario de la UNED para que en el ejercicio eventual como Consejal, vele por las condiciones de trabajo, en las condiciones y relaciones dignificantes que se merece todo espacio laboral en la UNED. Y lo asumo especialmente desde el mejoramiento continuo e integral de los funcionarios como personas, profesionales y ciudadanos.

2. En mi experiencia laboral en la UNED, no recuerdo haber defraudado mis propias expectativas ni la de los demás, porque no busco en principio ofrecer promesas, sino más bien trabajo concreto y soluciones. Mi primera formación universitaria en el campo de la Computación e Informática, me marcó desde joven de esa manera, en la resolución de problemas y búsqueda de soluciones y las experiencias educativas que he tenido, igualmente me han hecho validar y respetar el trabajo colaborativo. Aspiro a que en el Consejo Universitario pueda llevarse a cabo y de forma paulatina, un cambio de gestión individualista hacia uno de complementariedad, equipo e integración. No es el hecho de que todos estemos de acuerdo, sino que en la diferenciación, podamos hallar las mejores respuestas y soluciones ante nuestros retos institucionales.

3. Como académica de la UNED, que he optado por representar a la Vicerrectoría de Investigación en el Consejo Universitario, la reivindicación laboral sustantiva que me gustaría verla hecha una realidad al cabo de mi gestión en el CU es precisamente la razón básica de mi candidatura bajo dos sentidos: el fortalecimiento del Sistema de Investigación, base y fundamento de la creación de la Vicerrectoría, que busca la inserción de lo investigativo en todo el quehacer universitario de la UNED, a partir de la articulación de los esfuerzos conjuntos de la academia y la gestión universitaria; y el otro sentido, lo pretendo concretar con el impulso y definición de formas de trabajo colaborativas, asesoradas, comunicativas, reflexivas y apoyadas en datos concretos y en las experiencias acumuladas de quienes viven y trabajan para las áreas o con las funciones en estudio. La manera de implementarlo es empezando a tomar prioridades sobre todas las urgencias identificadas, analizando los hechos y experiencias, incorporando los criterios de quienes laboran en esas áreas posibles de variar, y buscando las estrategias y cursos de acción más eficientes, pertinentes y eficaces para las metas que se planteen. En la UNED es urgente definir procesos de inducción que permitan a todos conocer la forma de realizar y proceder con los procesos claves de la institución, protocolos de ordenamiento y asignación de responsabilidades de tales procesos y un sistema de costos integrado que permita saber cuánto implicará para la institución las medidas y políticas que se acuerden.

4. Todo órgano de representación debe tener tantos miembros como áreas o funciones esenciales realice e identifique a la institución ante los demás organismos y la sociedad en donde se inserte. El Consejo Universitario de la UNED no escapa a esta delimitación. De ahí que debamos reflexionar sobre las funciones y fines de este órgano a nivel institucional universitario, como también de los fines y funciones de la representación de los gremios en los espacios institucionales que le sean más afines.

Agradezco la ocasión para responder a esta consulta y hacer conocer mis criterios al respecto. Es una síntesis que puede ampliarse y por supuesto, verificarse en los acciones a futuro.

Es 5 de junio y a pesar de los pronósticos recientes para la vertiente Pacífico del país, el clima parece favorecer que se emprenda el viaje rumbo al Pacífico Central y a la península de Nicoya. Es un día asoleado y de nubes, pero no abundantes y más bien que difuminan la luz.


Inicio este viaje con el preámbulo del día anterior, en que el señor Rector ha rendido informe a la Asamblea Universitaria (de la que soy miembro electa por el Sector Profesional), sobre la situación crítica en que se encuentra la UNED para sustentar el crecimiento alcanzado de los últimos años y sobre la necesidad de hallar soluciones para enfrentar ese reto, con calidad y efectividad. Ha dado números y hechos, de los que parto para observar la realidad, de al menos, los primeros Centros Universitarios visitados.

Una década ha transcurrido desde mis visitas últimas a los centros; otra UNED ha surgido. Pero lo que es permanente y, como funcionaria académica me motiva, para seguir trabajando el proyecto social universitario que es la UNED, son las maneras distintas en que nuestra universidad establece vínculo y apoyo sociocultural y formativo con las comunidades; la lucha que muchos de nuestros funcionarios emprenden, día a día, a pesar de las carencias o desigualdades existentes, para dar la mejor presentación y respuesta a los estudiantes y sus expectativas de mejora de vida. Esa; esa es la UNED por la que recibió el honor del benemeritazgo de la educación y la cultura. Es también la UNED por la que nuestros esfuerzos y mejores decisiones deben tomarse. Es la UNED que debe vivir y renacer en cada uno de nosotros; funcionarios y estudiantes.

Sin embargo, descubro que, es a la vez, la otra UNED que requiere de organizar los esfuerzos comunales además de los recursos existentes, a nivel local y regional. Es la UNED que pide contar con mejores proyecciones de matrícula desde la sede central para atender correctamente los requerimientos de materiales y recursos educativos. La que necesita de sistemas de información accesibles desde sus comunidades, de manera que puedan tomar mejores y más prontas decisiones. La que solicita procesos mejores planificados desde la sede central y en la que el conocimiento particular que han acumulado por convivir directamente con las comunidades, les acredita lo conocimiento y respeto.

Es definitivamente la UNED que pide respuestas en plazos cortos, porque los estudiantes tienen el derecho de recibirlas a tiempo y sin trámites adicionales innecesarios. Es la UNED que busca contar con resultados de investigación, para tener respuestas y datos sobre el quehacer y una proyección dentro de la comunidad y el país. Es la UNED, que por el esfuerzo constante demostrado, le gustaría existiera algún reconocimiento  social o estímulo en equipamiento para la mejora continua y promover una competencia sana, de calidad en las regiones.

Es finalmente la UNED, que solicita homologar los procesos exitosos entre todos los centros , pero a la vez, la que pide realizar las diferencias que sean necesarias hacer, para así atender lo específico de cada quien y centro universitario.

Es 1 de junio.  Justo a un mes estaremos en el día de las votaciones de la UNED para completar (según nuestra esperanza), los nueve miembros del Consejo Univerisitario.

En este día realizo la visita a dos direcciones importantes de la universidad. 

La primera, la de los Centros Universitarios, que recién inicia una nueva administración y a la que se le desea lo mejor para concretar los planes bajo los cuales fue hecha la selección.

Como representante de la Vicerrectoría de Investigación les interesa conocer mi parecer sobre las dificultades que los Centros Universitarios tienen, ante la serie de carencias básicas por solventar, y las posibilidades que el Sistema de Investigación les brinda para realizar procesos investigativos. El punto es que mucho de lo que se les solicita hacer desde la sede, no necesariamente puede cumplirse como es lo esperado, pero no debido a que no quieran llevarlo a cabo, sino más bien, porque primero deben solucionar hasta problemas o limitaciones básicas, antes de proseguir con procesos más complejos.  A este tipo de situaciones no se escapan, algunas veces, ni los Centros Universitarios de la Gran Área Metropolitana.

Sugerencia hallada en conjunto: Apoyarlos en recibir apoyo o brindarles una estrategia especial para gestionar y organizar los procesos investigativos desde los Centros Universitarios, ya sea mediante capacitación, asistencia, acompañamiento y seguimiento, desde una visión macro para todos los centros.

La otra Dirección fue la de la Editorial.  Fue coincidente en la conversación con el personal, que la UNED requiere de estrategias urgentes para apoyar lo que he venido divulgando de la necesidad de consolidar el sistema de investigación que dio lugar a la creación de la Vicerrectoría de Investigación.  Eso es parte del reto de una nueva gestión universitaria por crear entre los académicos, los administrativos y los estudiantes.  En el siguiente lustro, se deberá dar testimonio de que podamos encontrar tal estrategia. 

Asociado a lo anterior, también presentan la inquietud de alcanzar una adecuada sostenibilidad de la educación, ya que ellos conocen lo que implica el costo real de la impresión de los materiales didácticos de la UNED y actualmente no se cuentan con los recursos logísticos y de un sistema de costos integral a la institución que ayude a tomar decisiones a partir de ellos y de los lineamientos institucionales respectivos.

Dos Direcciones, más de un proceso involucrado en ellas y una universidad que está despertando para darse cuenta de que requerimos reflexionar sobre nuestro quehacer, la pertinencia, eficacia y costos asociados.

En esta nueva semana del proceso electoral para el Consejo Universitario, finaliza el mes de mayo y es un día pleno de visitas.  Es 31 de mayo.

Inicio con la visita a las compañeras del PACE, quienes me reciben a inicios de la mañana, en medio de su reunión de equipo de trabajo, lo cual me parece más que interesante por ser un acto regular del programa y porque encuentro un grupo de funcionarios renovados, con personal que recientemente se ha incorporado.

Luego de exponerles los motivos que dirigen mi candidatura, la representación de la Vicerrectoría de Investigación, la visión del trabajo del Consejo Universitario y las inquietudes particulares que deseo hacer realidad desde las funciones propias de Consejal, pasamos al período de intercambios de preguntas y respuestas. 

La pregunta que destaco de este grupo por lo amplia y crítica es cómo lograr conciliar las necesidades reales de la UNED con respecto a los acuerdos que se tomen en el Consejo Universitario.  Hacer esta pregunta presupone lo que he venido escuchando en otros ámbitos.... La pertinencia de los acuerdos para las necesidades y lo prioritario a nivel institucional, pero además, las ganas de que puedan concretarse tales acuerdos.  Esto es un llamado de atención hacia la gestión del Consejo Universitario, en el que cabe preguntarse y hallar la manera de dar seguimiento y control sobre los acuerdos tomados.  Tomo nota de la atención prestada a esta situación, ya que empieza a reiterarse en las visitas, lo que denota una preocupación compartida en la comunidad universitaria. Asímismo, en el PACE me alegro de hallar un grupo de profesionales que comparten el estudio e interés por ampliar la cobertura de programas relativos a competencias, por lo que estoy segura que servirán de base para la consulta y asesoría sobre este tema. ¡Muchas gracias por el entusiasmo demostrado!

En lo que resta de la mañana y durante la tarde, me dedico a visitar las áreas de la Editorial que felizmente se pusieron de acuerdo los coordinadores para aprovechar el mismo día, a diferentes horas.

En el área de Edición, los compañeros y compañeras me reciben cordiales y atentos a lo que les planteo, para lo que me comparten la preocupación de que les dé mi opinión sobre cómo pensar la función de la "edición" con respecto a la Editorial y a la Dirección de Producción de Materiales Didácticos.  Les respondo que una decisión de esa naturaleza habría que pensarlo en razón de una revisión de lo que se tiene, lo que se produce, lo que se necesita y lo que puede ser mejor para la UNED. Una propuesta como el desarrollo concreto del Plan de Internacionalización, del que fui una de las gestoras, podría constituirse en una vía de integración, mejoramiento y crecimiento de esta función en la UNED, por ejemplo; con lo que se romperían esquemas endogámicos de formación y capacitación.  Otro punto importante de reflexión es que el siguiente Consejo Universitario tendrá la responsabilidad de decidir por el nombramiento del próximo Director.  Es mi parecer que los funcionarios de la Editorial, además de los criterios de la Oficina de Recursos Humanos, puedan participar de la elaboración del perfil de su propio Director.

En el área de Imprenta, les agradezco a los compañeras y compañeras la deferencia de adelantar el receso de la tarde, para recibirme y escuchar mis planteamientos.  A ellos, les oriento mi presentación para que conozcan mis puntos de vista como investigadora y la representación que asumiré de la Vicerrectoría de Investigación, pero además, para que sepan de mi interés de elevar el acuerdo del Consejo Universitario de fortalecer el programa de acreditación por experiencia a un sistema nacional de acreditación por competencias, en donde a trabajadores, como muchos de ellos, se les pueda reconocer su especialidad y/o experticia en el puesto que desempeñan dentro del sector público, con los debidos reconocimientos y estímulos para la labor y responsabilidades que tienen.  En su intercambio, apunto la necesidad que me comentan de contar institucionalmente con una mejor divulgación de las actividades para el mejoramiento integral de la salud, en niveles preventivos, de manera que ellos puedan participar eventualmente y de que se amplíen las opciones de ejercicio y programas de salud para la sede central y centros universitarios de la UNED.  Esto es viable, con la colaboración de instancias como el Consultorio Médico, el desarrollo de una cultura para el bienestar integral del trabajador de la UNED y la reorganización de algunos recursos dentro de las sedes.

Finalmente, la tarde termino con los compañeros de Preprensa, quienes están estrenando la llegada de equipo adicional y de igual forma que los del área de Edición, les llama la atención que en la UNED podamos fortalecer la idea de la acreditación de las competencias de técnicos, ya que forman parte de esa población desprotegida dentro de la visión contractual típica del sector público. A este grupo de compañeros les preocupa los fines poco claros que aún pueden pensarse para que personal administrativo realice investigación, a lo que les contesto que básicamente es para realimentar su propio quehacer y mejorarlo, pero que igualmente reconozco que para que inicien ese proceso, la UNED deberá apoyarlos en el diseño y seguimiento de ese proceso investigativo para que puedan realizarlo.  Es parte de lo que demos ir pensando para fortalecer, de manera efectiva y productiva, al sistema de investigación de la UNED.

Este ha sido un día retador.  Porque reconozco desde mi perspectiva académica, que en la UNED también requerimos profundizar en prácticas de mejoramiento continuo de las labores que realizamos, además de emprender proyectos e investigaciones aplicadas.  Es un punto para ir madurando cursos de acción.

Los días 26 y 27 de mayo, gracias a la acogida que la Junta Directiva de la Federación de Estudiantes de la UNED (FEUNED) hizo de mi solicitud para reunirme con estudiantes, me dio la oportunidad de visitar a las dos Comisiones de su seno: la Comisión de Enlace Institucional y la Comisión de Capacitación, Desarrollo y Formación de Líderes.

Ambas comisiones, en cada uno de esos días, departieron conmigo alrededor de una hora de interesante intercambio de inquietudes, planteamientos, dudas y reflexiones sobre el devenir de la UNED y de ellos como estudiantes.

Observo que son jóvenes adultos, orgullosos de sus historias de vida y progreso que han alcanzado, pero sobre todo, son estudiantes comprometidos con la UNED, su desarrollo y su mejoramiento.  Por eso es que a diferencia de otras poblaciones estudiantiles, además de sus jornadas familiares, laborales y de estudios, realizan giras regulares de mediana y larga distancia, para además ser miembros activos de alguna de esas comisiones propias de su federación.  Reconocen que los procesos de convocatoria siempre han sido difíciles y cansados en la universidad, pero que gracias a esos encuentros, han alcanzado parte de las metas y mejoras previstas.

De cada una de esas comisiones y sus respectivos integrantes vuelvo a aprender:

• La Comisión de Enlace Institucional me hace ver una condición única y especial para el estudiantado de la UNED, que aún como académica de casi dos décadas, no me había percatado y debería ser ampliamente divulgada y tomada en cuenta para abrir nuevos horizontes educativos.  Nuestros estudiantes en medio de los orígenes distantes de los que provienen y de las condiciones que propicia estar lejos de otros(as) y de las y los tutores, han aprendido a compartir y reconocer la misma experiencia educativa institucionalizada, no importando el lugar en donde estén, el plan de estudios en el que se hayan inscrito o lleven y el grupo etario al que pertenezcan.  La distancia lejos de ser el factor por excelencia de aislamiento, la han superado en la práctica para convertirla en un acicate que permite decirle al otro o a la otra estudiante, Compañero(a), y éste o ésta no necesariamente ser tan cercano para estar en el mismo centro universitario o inclusive en el mismo plan de estudios. Tal experiencia socioafectiva debería ser objeto de estudio y aprovechamiento para mejorar las posiciones más transculturales y transdisciplinarias posibles de la formación de estos jóvenes adultos.  Me doy cuenta con ello de que la UNED tiene un potencial, en su población estudiantil, para explorar esos aspectos dentro de perspectivas y diseños curriculares, que tanto se mencionan y la comunidad internacional ambiciona incorporar en los programas de estudio.
• La Comisión de Capacitación, Desarrollo y Formación de Líderes por su lado me hace ver las necesidades de actualización académica de contenidos y prácticas profesionales para los planes de estudio vigentes en la UNED y de cómo ellos han venido supliendo un vacío institucional como es el de la formación de líderes en sus respecivos campos, ofreciendo a las y los demás compañeros, una serie de cursos cortos sobre estrategias, métodos y técnicas para salir adelante en la obtención de puestiso de trabajo, superar entrevistas de trabajo, mejorar expresiones orales y escritas, y otros recursos que hacen de un profesional, una persona competente para ser primero contratado y luego cumplir con excelencia sus funciones.

De ambas reuniones, salgo gratamente impresionada, porque con estos jóvenes y sus preocupaciones para ser mejor,  la UNED y todo el país tiene enorme potencial para superarse.  ¡Muchas gracias jóvenes por darme esas nuevas perspectivas de la UNED y sus estudiantes!  Aquí el reto institucional, es precisamente alcanzar mejores niveles de interacción y conocimiento con y hacia ellos, de manera que se les pueda mejor integrar en los procesos académicos claves de la universidad.  Estoy segura que muchos de ellos darían la talla necesaria y se permitiría que la UNED pudiera forjar una dinámica educativa mucho más fortalecida, al integrarlos como recursos y resultados de su propio quehacer.

También este fin de semana marca la finalización de la matrícula ordinaria del segundo cuatrimestre en la UNED.  Un proceso en el que se realimenta a la universidad con las expectativas de cientos de estudiantes que entregan su confianza, tiempo y dinero a nosotros para que a cambio les brindemos mejores herramientas y conocimientos, con los que puedan luego pretender alcanzar gran parte de sus sueños y aspiraciones.  Con esta matrícula, igualmente se delimita el padrón estudiantil en este proceso electoral, porque se cierra la condición de estar matriculado en este período académico, además de contar con al menos 24 créditos aprobados para solicitar la inscripción al padrón electoral, ya sea solicitándolo desde el respectivo Centro Universitario o mediante una liga especial que para tal efecto se publicará en el sitio web de la UNED.

Es 27 de mayo y la Oficina de Presupuesto me ha citado para conversar con ellos.  Esta vez en calidad de candidata a miembro del Consejo Universitario, y no como la funcionaria de la UNED, que recientemente les ha consultado asuntos presupuestarios por la representación en una Comisión de CONARE.

A todos y todas, les agradezco la deferencia que me hicieron al darme cuenta que, la oficina en pleno, dispusiera del momento indicado, para recibirme y atenderme.

De esta visita aprendo mucho:  Lo esencial me parece, es tener la claridad de saber que en la UNED contamos con estos funcionarios que definitivamente no son personal técnico administrativo, sino analistas de presupuesto; por tanto, asesores en la materia. De ahí que las funciones de la oficina sean importantes reconsiderarlas como parte esencial de los procesos de planificación institucional, ya que son ellos, como expertos en el área quienes pueden aportar criterios técnico-financieros y conocimiento histórico de procesos institucionales, para proyectar consideraciones sobre la viabilidad o no de proyectos o procesos dentro de la UNED.

El otro aspecto que me ha parecido crítico rescatar de esta conversación es que esta área y que a la UNED en general, le urge diseñar y desarrollar un sistema de costos para describir puntualmente lo que se invierte en los procesos y lo que cuesta al final los resultados obtenidos.  Se habla de un sistema que se convierta en un instrumento operativo para la toma de decisiones, a partir de criterios y datos concisos; no especulativos o marginales y más allá de los actuales registros contables de costos.  Este es un aspecto vital para considerar opciones de desarrollo y sostenibilidad de programas y procesos en la universidad.

Con estos aspectos, luego se asocia la inquietud de esta oficina para que la UNED realmente sistematice procedimientos de la gestión de proyectos y programas, de manera que la institución pueda darles sostenimiento durante el plazo para el que son formulados.  Es claro para los funcionarios de esta oficina que los recursos financieros son escasos y requieren de prioridades para que puedan ser asignados.

En este sentido, surge dentro de la conversación lo referente a los proyectos de investigación y lo que ellos implican para la UNED en materia de inversión y recursos asignados. 

Después de conversar sobre diferentes casos, les confirmo que definitivamente la investigación presume una inversión alta, pero necesaria de hacer, dentro del contexto nacional e internacional, para que la UNED asuma este eje académico revitalizador de su propia existencia como institución académica.  Hacer investigación tiene su precio y por eso, es una actividad a la que se le debe orientar y exigir rigurosidad y calidades para que así se proyecte en los demás ejes académicos.  Este es mi punto que defiendo en representación, justamente, de la Vicerrectoría de Investigación y, reconozco ante estos funcionarios y la comunidad universitaria en general que, dos años de Vicerrectoría significan apenas nuestro despertar como academia, pero hemos iniciado ya el camino y eso, por ahora, me parece importante y válido.

La Oficina de Presupuesto me ha dado una perspectiva importante del quehacer de la UNED y de todo lo que es necesario y está pendiente de hacerse en la gestión universitaria.  Es mi intención como futura Consejal no olvidar sus inquietudes y necesidades, porque las comparto y pienso que podríamos trabajarlas en conjunto.

Es 26 de mayo y soy recibida cordialmente por el personal del CECED, aprovechando que les había solicitado la respectiva audiencia de grupo y que tenía con su coordinadora un asunto de trabajo que coordinar.  El té de canela con la variedad de galletitas que ofreció la "bodeguita" fue muy propicio para el día lluvioso que fue y el ambiente que compartimos.

Llevo a esta oficina también la presentación previa que hice porque es la síntesis de mi propuesta y observo que se está convirtiendo en un pretexto estratégico para conocer las inquietudes particulares de cada grupo al que visito, en relación con  los aspectos que presento y la visión que tienen de su trabajo.

Les agradezco el interés que mostraron por los temas tratados, la lectura pronta de la reseña que además les entrego y, siendo una oficina de la Vicerrectoría Académica, nuestros puntos a compartir y reflexionar se dirigen más a destacar la práctica de procesos académicos.

Por ejemplo, el CECED convive en su accionar, con una serie de limitaciones que muchas veces surgen de procesos desarticulados dentro de las dependencias académicas.  Esto se aprecia al ofrecer servicios de capacitación a todo ese sector universitario, que han venido desarrollando y superando cada año, en esta experiencia que data de hace 10 años.

En la reunión comentamos y reflexionamos sobre otros aspectos como la necesidad de mecanismos de articulación entre las dependencias de la Vicerrectoría Académica; de regulaciones que hacen falta promulgar, para que no se solucionen los mismos problemas en formas diferentes, sacando algunos ventajas de otros, debido a prácticas diferentes, desconocimiento o inexistencia de normativas o falta de institucionalización de procesos recurrentes en ciertas áreas. 

Conversamos sobre la visión de la educación a distancia de y para la UNED, el uso de las TICs dentro de esa visión, los principios por los que nos han acreditado el benemeritazgo nacional y los valores que como universidad deberíamos tener presente en nuestro actuar, para ofrecer una mejor relación  y apoyo sociocultural hacia el país y la región.

Me gustó compartir estas inquietudes con el grupo y también entrever que como miembros de la comunidad académica tenemos intereses y propuestas para mejorarlas. Esto me hace confirmar lo que apenas presumía al inicio: que esta convocatoria la podemos convertir en un momento de reflexión, crítica y re-construcción de nuestro quehacer.  Ahora la idea sería que cada dependencia no renuncie, como yo tampoco, desde el Consejo Universitario, a las sugerencias, propuestas, ideas, planteamientos que vamos esbozando sobre diferentes temas y situaciones posibles de mejorar al seno de la UNED.

Este blog puede convertirse así, en un registro y apoyo para la memoria institucional.

Es 24 de mayo e inicio las visitas y re-conocimiento de la UNED por las diferentes dependencias.  La suerte me asignó empezar con esta Dirección; cercana a mi formación inicial en Computación e Informática, junto con los otros dos candidatos que se postularon como representantes de la Vicerrectoría de Investigación.

Como fue la primera visita programada, preparé una presentación visual, que se destaca además del uso de los colores azul y blanco, con el lema adrede de Esopo que escogí para identificarme: La unión nos hace tan fuertes como débiles la desunión.

En mi presentación, a la que me correspondió el honor de ser la primera candidata por exponer, destaco aspectos esenciales de las universidades y de las que son a distancia como la UNED, las razones básicas del por qué estoy apoyando el fortalecimiento de la investigación para nuestra universidad, lo que significa ser parte de un Consejo Universitario con su respectiva agenda de trabajo y los tres temas que me interesan además llevar a cabo durante mi gestión como Consejal.

Luego siguieron los otros dos candidatos con sus respectivas presentaciones, que al igual que a mi persona, nos dieron 15 minutos para exponer.

Al final, los funcionarios de la DTIC nos consultaron sobre cómo siendo profesionales se les podría facilitar la colaboración con áreas y funciones académicas, sin que por ello pretendan irse a la academia y qué tipos de incentivos podrían disponer para eso.  También como fuimos solo los candidatos que estamos en representación de la Vicerrectoría de Investigación, quisieron puntualizar parte del proceso de cómo realizar investigaciones del áre técnica.  Finalmente, el tema que levantó polémica entre los presentes fue preguntarnos si estábamos o no de acuerco con que la DTIC no fuera más adscrita a la Rectoría, sino más bien a la Vicerrectoría de Planificación, como lo supone el nuevo documento de reorganización de la Vicerrectoría de Planificación.

Desde mi experiencia y conocimiento como investigadora y docente, les respondí las primeras dos preguntas, haciéndoles ver la necesidad y ventajas de inscribir los proyectos de investigación en la Vicerrectoría para apoyos adicionales a la gestión de recursos u otros.  Además, haciendo ver que desconocía por completo la propuesta de la nueva Vic. de Planificación, no podría contestar con exactitud o desdecir la propuesta de que la DTIC se traslade a la Vic de Planificación.  Desde un razonamiento de prudencia y además de conocimiento sobre las funciones que realiza la DTIC, como instancia o se debería quedar como staff de la Rectoría o ser una dependencia de la Vic. Ejecutiva, pero que extraña pensar que una oficina de servicios técnico-profesionales como es la DTIC asuma también funciones de planificación universitaria institucional. 

La nueva Vic. de Planificación requiere dentro de su planteamiento, no una DTIC, sino una razón de ser, una meta, que para nuestro caso, sin lugar a dudas es el fortalecimiento de nuestra misión y visión, amparados en el modelo de educación a distancia que propicia la UNED.

Siendo la primera entrevista grupal y en otra área diferente a la diaria, ha sido una experiencia retadora, grata y valiosa, porque si hay una queja con todos los Consejos Universitarios ha sido que cada miembro visita las oficinas y dependencias solo antes de ser elegidos.  Después, surge una marginación doble: los Consejales hacia los demás funcionarios y viceversa.  Estas ·lejanías artificiales·, definitivamente hay que eliminarlas y precisamente emplear las diversas tecnologías para acercanos, comprendernos y hasta mejorar las circunstancias de participación y valorización profesionales.

Estimados compañeros y compañeras de la UNED:

He titulado de esa forma a esta nueva comunicación con Ustedes, para no solo describir la actividad de inicio de visitas a sus respectivas oficinas a partir de la próxima semana, sino también para darle el nuevo sentido que implicará llegar donde Ustedes, en la calidad adicional de candidata como miembro interno al Consejo Universitario, además de funcionaria y compañera dentro de la UNED.

Si bien a gran parte de Ustedes los conozco, por las diferentes actividades que he desarrollado durante estos años de labor; a otro buen grupo, los empezaré a conocer más de cerca, ya que son la nueva generación de trabajadores, que se han venido incorporando especialmente en los últimos cinco años.

A todos y todas por igual, les solicitaré unos momentos de su  valioso tiempo para atenderme, según lo he solicitado y lo han permitido las respectivas jefaturas. En algunos otros casos, será además porque se da un momento propicio para hacerlo.

Espero así que estos momentos, para compartir ideas, sugerencias, propuestas y hasta quejas de desarrollo para la UNED, puedan ser el inicio de una larga experiencia de comunicación e interacción con Ustedes; que arranque en esta campaña y persista con mi elección y desempeño como miembro interno del Consejo Universitario. Porque precisamente creo que, en la integración de nuestros esfuerzos y metas, fortalecemos a la universidad; a su misión y visión; y es la unión, la que nos puede hacer tan fuertes.  Este es el lema que he decidido impulsar durante esta campaña, con el que aspiro, entre todos y todas, lo podamos hacer una realidad.

A los estudiantes, que conforman una buena parte de esta comunidad universitaria, los visitaré hasta donde las posibilidades lo permitan, en sus respectivos Centros Universitarios y en algunos de sus órganos de asociación. 

Valga esta oportunidad para agradecer la gentil invitación y acogida de la que fui objeto, en esta pasada Semana Universitaria, por parte de la Asociación de Estudiantes del Centro Universitario de San José.  ¡Muchas gracias, pasé un divertido momento con todos y todas Ustedes!

Para finalizar por hoy, estoy segura que a partir de mañana, una vez más, volveré a conocer a la UNED y reconocer en ella, con sus trabajadores, estudiantes y colaboradores en general, el valioso proyecto sociocultural que la ha hecho merecedora del benemeritazgo nacional.  Todos y todas somos pilares de la UNED y desde mi nombramiento en el Consejo Universitario, deseo contribuir a fortalecerlos. 

Con el recién iniciado proceso electoral en la UNED, se abrió la oportunidad de revisar opciones, propuestas , perfiles y experiencias de las y los candidatos a miembro interno y externo del Consejo Universitario.


A todos los y las colegas de la presente campaña, mi respeto. Estoy segura que seremos dignos contendientes unos de los otros, porque sabremos respetarnos por encima de las diferencias de opinión y además, tenemos en perspectiva, un ideal de la UNED, que deseamos hacer realidad con el apoyo de todos los electores.

Como ya dije en mi presentación, estamos viviendo momentos cruciales de cambio en nuestra sociedad, que exigen de nuestra parte mostrar una notoria claridad ante los retos, conocer formas posibles y exitosas de enfrentarlos y saber reconocer, a pesar de donde provenga, todo lo que hemos sido capaces de construir y desarrollar para el mejoramiento de nuestro país.

Son tiempos que ahora nos demandan una fortaleza especial que reside no en la individualidad, sino en la unidad institucional, en la capacidad de coordinación entre las dependencias y en los esfuerzos conjuntos de cada uno y una con los demás, para llevar adelante el proyecto de universidad que el siglo XXI reclama.

Por eso, nuestra obligación es aprovechar la oportunidad que el TEUNED nos brinda durante estas semanas, para exponer lo mejor de lo que somos capaces de plantear en propuestas viables; argumentar críticamente sobre lo que es posible corregir y mejorar y; reinvindicar el principio básico de toda democracia: tolerar con respeto las diferentes posiciones. Sobre todo, defender la libre decisión del electorado, sin menoscabar o mancillar la dignidad o experiencias de las personas, como forma de inclinar la balanza de los votos a favor de otro u otra candidata.

Por principio elemental, ¡demostremos todos y todas, que primero somos funcionarios y estudiantes universitarios y luego, que apoyamos a una o más de las opciones electivas presentes en esta contienda! 

Valga la pena recordar que el pensamiento crítico es respetuoso; incrédulo por naturaleza; argumentativo con hechos y razones claramente expresadas; demostrativo en todo momento de que persigue un objetivo básico de mejoramiento y no solo una obstinación de estar en contra de los demás; constructivo y; más que idealista, muchas veces pragmático y concreto, porque reconoce ante las evidencias, las limitaciones y posibilidades reales o no que existen para transformar una realidad o circunstancia.

Esta es otra oportunidad de aprender de los demás y de la colectividad que nos constituimos al ser funcionarios y estudiantes de la UNED.  ¡Aprovechésmola para mejorar y elegir libremente, según nuestro buen entender y no por las presiones derivadas de una historia institucional que insiste en dividirnos en lugar de buscar integrarnos!

Compañeras, compañeros y estudiantes de la UNED:


Sean todas y todos bienvenidos a mi espacio virtual. Compartamos ideas y aspiraciones; comentemos situaciones y revisemos procesos con los que podríamos mejorar la gestión universitaria…Atrevámonos a soñar y plantear formas de hacerlos realidad.

Estoy en este proceso electoral como candidata a miembro interno del Consejo Universitario, en representación de la Vicerrectoría de Investigación, y me interesa conocer de cada uno y una sus motivaciones, preocupaciones, intereses, necesidades, y experiencias que los ha acercado o convertido en parte activa de uno o más procesos investigativos.

De igual forma, como académica que soy de la UNED, con todo gusto podemos ampliar los temas por compartir, hacia la docencia, la producción de medios didácticos y/o la gestión universitaria como un todo de la UNED. En especial, y esperando que Ustedes me permitan llegar a ser miembro interno del Consejo Universitario durante el período 2010 al 2015, tengo interés también de llevar a cabo, con mi dedicación y esfuerzos, al menos estos proyectos:

a) Propiciar la internacionalización como un proceso de cambio cultural hacia la calidad, relevancia, pertinencia y sentido ético profesional de los quehaceres básicos de la UNED, así como una oportunidad para su articulación con el contexto mundial de la educación superior, la educación a distancia y su proyección internacional.

b) Consolidar los procesos de selección y adquisición de infraestructura y el desarrollo de procesos de apropiación tecnológica actualizada y versátil en la UNED, que propicien el acceso universal, sostenible, ubicuo y asequible de las tecnologías a toda la comunidad universitaria y, permita el repunte de la institución como líder indiscutible del sector universitario, en el uso pertinente y eficaz de éstas en la educación a distancia; tanto a nivel nacional como regional.

c) Impulsar la formulación de un Sistema Integral de Acreditación por Competencias Profesionales, adquiridas mediante la experiencia laboral o de vías no formales de formación, siguiendo criterios que garanticen la fiabilidad, objetividad y rigor técnico de las evaluaciones correspondientes a trabajadores de distintos sectores productivos y servicios del país.

Espero los comentarios de Ustedes. ¡Hasta pronto!