Maricruz Corrales Mora

Es 26 de mayo y soy recibida cordialmente por el personal del CECED, aprovechando que les había solicitado la respectiva audiencia de grupo y que tenía con su coordinadora un asunto de trabajo que coordinar.  El té de canela con la variedad de galletitas que ofreció la "bodeguita" fue muy propicio para el día lluvioso que fue y el ambiente que compartimos.

Llevo a esta oficina también la presentación previa que hice porque es la síntesis de mi propuesta y observo que se está convirtiendo en un pretexto estratégico para conocer las inquietudes particulares de cada grupo al que visito, en relación con  los aspectos que presento y la visión que tienen de su trabajo.

Les agradezco el interés que mostraron por los temas tratados, la lectura pronta de la reseña que además les entrego y, siendo una oficina de la Vicerrectoría Académica, nuestros puntos a compartir y reflexionar se dirigen más a destacar la práctica de procesos académicos.

Por ejemplo, el CECED convive en su accionar, con una serie de limitaciones que muchas veces surgen de procesos desarticulados dentro de las dependencias académicas.  Esto se aprecia al ofrecer servicios de capacitación a todo ese sector universitario, que han venido desarrollando y superando cada año, en esta experiencia que data de hace 10 años.

En la reunión comentamos y reflexionamos sobre otros aspectos como la necesidad de mecanismos de articulación entre las dependencias de la Vicerrectoría Académica; de regulaciones que hacen falta promulgar, para que no se solucionen los mismos problemas en formas diferentes, sacando algunos ventajas de otros, debido a prácticas diferentes, desconocimiento o inexistencia de normativas o falta de institucionalización de procesos recurrentes en ciertas áreas. 

Conversamos sobre la visión de la educación a distancia de y para la UNED, el uso de las TICs dentro de esa visión, los principios por los que nos han acreditado el benemeritazgo nacional y los valores que como universidad deberíamos tener presente en nuestro actuar, para ofrecer una mejor relación  y apoyo sociocultural hacia el país y la región.

Me gustó compartir estas inquietudes con el grupo y también entrever que como miembros de la comunidad académica tenemos intereses y propuestas para mejorarlas. Esto me hace confirmar lo que apenas presumía al inicio: que esta convocatoria la podemos convertir en un momento de reflexión, crítica y re-construcción de nuestro quehacer.  Ahora la idea sería que cada dependencia no renuncie, como yo tampoco, desde el Consejo Universitario, a las sugerencias, propuestas, ideas, planteamientos que vamos esbozando sobre diferentes temas y situaciones posibles de mejorar al seno de la UNED.

Este blog puede convertirse así, en un registro y apoyo para la memoria institucional.